D1 Dufry con el McLa­ren F1

La Fór­mu­la 1 es uno de los de­por­tes más gran­des, con más de 506 mi­llo­nes de afi­cio­na­dos en todo el mun­do. Las ca­rre­ras, que se co­nocen como Grand Prix, se re­trans­miten en casi 200 te­rritorios del pla­ne­ta y cuen­tan con una asis­ten­cia me­dia de pú­bli­co de 195.000 per­so­nas (ade­más hay que te­ner en cuen­ta que cada Grand Prix dura tres días, de vier­nes a sá­ba­do). En el mun­do de las re­des so­cia­les, la Fór­mu­la 1 tie­ne más de 18,5 mi­llo­nes de se­gui­do­res, sien­do el de­por­te que más está crecien­do en este ám­bi­to.

Se­gui­mos de­mos­trando re­si­lien­cia en la ge­ne­ra­ción de caja, aún en com­pa­ra­ción con los ni­ve­les ré­cord que se al­can­za­ron el año pa­sa­do. Nues­tro flu­jo de caja ope­ra­ti­vo ajus­ta­do al­can­zó 409,0 mi­llo­nes CHF y la re­ser­va de fon­dos dis­po­ni­bles lle­gó a 140,4 mi­llo­nes CHF para el pri­mer se­mes­tre de 2019.

Se­gu­ro que la ma­rean­te ci­fra que hace fal­ta in­ver­tir para ello está fue­ra del al­cance del pre­supues­to de mar­ke­ting de Dufry. Por tanto, ¿cómo ha sido po­si­ble que el logo de Dufry se vie­se en el fron­tal y los la­te­rales de los coches McLa­ren?

La res­pues­ta re­quiere co­nocer un poco la his­to­ria de fon­do. Bri­tish Ame­ri­can To­bacco (BAT), es uno de los prin­cipa­les pa­tro­ci­na­dores del equi­po McLa­ren de Fór­mu­la 1, a tra­vés de su ini­cia­ti­va “A better to­mo­rro­w” (“Un ma­ña­na me­jo­r”), un es­lo­gan que re­fle­ja la in­ten­ción de BAT de ace­le­rar la trans­for­ma­ción de su ne­go­cio, dando cada vez más im­por­tan­cia a su car­tera de pro­duc­tos con un ries­go po­ten­cial más re­du­cido. La po­lé­mi­ca que ro­dea a esta cam­pa­ña, que tam­bién im­pac­tó a la em­pre­sa ri­val, Phi­lip Mo­rris In­ternational, que pa­tro­ci­na al equi­po Fe­rrari de Fór­mu­la 1, y la re­gu­la­ción cada vez más es­tricta del ta­ba­co en al­gu­nos mer­ca­dos, abrió la opor­tu­ni­dad a Dufry para ocu­par ese es­pa­cio en los au­to­mó­vi­les, aun­que solo haya sido en un par de ca­rre­ras.

Sin em­bar­go, no se trata solo del fru­to de una bue­na re­la­ción Dufry-BAT. Tam­bién se trata de un re­co­noci­mien­to y acep­ta­ción de la mar­ca a ni­vel in­terna­cional. Los equi­pos de Fór­mu­la 1 en ge­ne­ral, y McLa­ren en par­ti­cu­lar, tie­nen re­glas muy es­trictas so­bre las mar­cas con las que aso­cian su nom­bre. Más aún, po­ner el logo so­bre un coche no trata solo de dar di­ne­ro sino tam­bién de es­tar ali­nea­dos con los va­lo­res y la tra­di­ción del equi­po.

Esta gran opor­tu­ni­dad que he­mos po­dido dis­fru­tar, y de la que nos sen­ti­mos muy or­gu­llo­sos, de­mues­tra real­men­te la re­la­ción cerca­na que tie­ne Dufry con sus so­cios cla­ves y las mar­cas, y de la crecien­te repu­tación de nues­tra propia mar­ca. Y para to­dos aque­llos que se per­dieron es­tas dos ca­rre­ras, ten­dre­mos una ter­cera opor­tu­ni­dad en el Gran Pre­mio de Bra­sil el pró­xi­mo mes de no­viem­bre. Es ge­nial for­mar par­te de este “gran circo”, in­clu­so si es solo du­ran­te unos cuan­tos fi­nes de se­ma­na, y po­der apro­ve­char la gran ex­po­si­ción que brin­da este tipo de even­to a la mar­ca.